Siguiendo el ejemplo del joven adulto que fue Jesucristo, quien formó y guio a sus discípulos, el ministerio de Jóvenes Adultos, ayuda a descubrir el propósito y pasión, fomentando el crecimiento espiritual y personal, proporcionando y orientando el apoyo en momentos de necesidad a los jóvenes adultos para ser ejemplo de valores cristianos en acción, y llevando a que sean mentores para otros.